Desde el punto de vista ético, ¿cuál sería aquél héroe o superhéroe más polémico, en el sentido de lo bueno y lo malo versus lo correcto e incorrecto?
Justicia y equidad es lo que hacen prevalecer todos los personajes fantásticos creados por el ser humano como íconos dignos de imitar y un ejemplo a seguir. Pero en la leyenda de Robin Hood hay algo diferente. Hay un sentido de justicia y equidad diferente. Aquél héroe que roba a los ricos para darle a los pobres.
¿Por qué en la práctica no hay una distribución equitativa de la riqueza? Según el libro Economics and Ethics by Amitava Krishna Dutt and Charles K. Wilber hay 4 factores que determinan la distribución de recursos: Suerte, decisiones, esfuerzo y nacimiento.
En el capítulo 10 se ejemplifica de la manera más sencilla la influencia de esos factores. Así tenemos los que se ganan la lotería y los que no (suerte); los que toman decisiones que con el tiempo generan mayores ingresos; los que se esfuerzan para obtener una mejor calidad de vida y los vagos; y finalmente los que ya nacen en el seno de una familia adinerada y los que nacen en medio de la pobreza.
Con esta introducción empieza la historia de un superhéroe #ForeverAlone que principalmente y por sobre todas las cosas está loco porque así lo etiquetan los demás ya que su comportamiento es raro y extremadamente voluble. Pero, ¿por qué es #ForeverAlone? Superman tiene a Luisa Lane, Batman tiene a Robin, Spiderman tiene a Mary Jane, Mulder tiene a Scully. Sin embargo, hay veces en que precisamente un superhéroe o siendo un poco más realistas, ciertos trabajos involucran niveles de peligro tanto para el personaje central como para cualquiera que se involucre en su vida. Un sencillo ejemplo es ser policía (hombre o mujer), militar en tiempos de guerra, o un guardia de seguridad y las personas que tengan un parentesco muy cercano con ellos.
El drama que conmueve en toda historia de heroísmo es cuando el personaje más querido por el héroe y por el público, muere trágicamente tal vez porque no tuvo tiempo de ser salvado mientras se estaba tratando de salvar al resto de la humanidad. Sacrificar a algunos por el bien de la mayoría. Eso suena a lo correcto y al mismo tiempo se siente que no es justo. El héroe que en mil ocasiones salvó al mundo entero, en algún momento le toca decidir entre el bien común y el bien personal. ¿Qué sucede si se escoge el bien personal en la ocasión mil uno? Esta vez el escenario es claro porque hay dos opciones: salvar a uno o salvar a la mayor cantidad de gente sabiendo que eso implica sacrificar a aquel uno. El héroe podría decir en primera instancia que "no le importa el resto", "sólo le importas tú". En español suena un poco rudo, por eso cuando el caso lo amerite, se escribirá en spanglish. "I don't care", "I only care about you".
Se llama Mefistófeles porque nació en la provincia de Manabí, la cual es muy famosa por su creatividad a la hora de elegir nombres para sus habitantes. Tiene poderes mentales, pero no la clase de poderes que le permite mover objetos con la mente. Tampoco puede predecir el futuro o leer la mente de los demás. De hecho, no sabe que los tiene ni cuáles son, pero de que los tiene, los tiene.
Mefistófeles Tsunami Pérez Riofrío siempre se transportaba en bus y un día asaltaron el transporte en el que iba. Un hombre grande y corpulento con un cuchillo de mesa procedió a desbalijar a todos los pasajeros. Cuando le llegó el turno al flaco Mefi, él sacó su celular del bolsillo y en vez de entregarlo, se le cayó por la ventana. -¡Ay!, perdón. Dijo. Entonces recibió un buen golpe con el mango del cuchillo. Después sacó su billetera pero se le cayó al piso y luego se abalanzó contra el malechor quedando en medio e incrustado en su tórax el arma blanca. Lo sostuvo fuertemente con sus brazos mientras los demás aprovecharon para bajarse del bus a toda prisa. La sangre de Mefistófeles empapó al delincuente hasta la última gota, lo cual hizo fácil su posterior y pronta captura con la ayuda del mismo populacho.
El héroe del día simplemente murió y a la mañana siguiente Mefistófeles T. Pérez dijo que morir duele y duele mucho, especialmente cuando se desangra...