lunes, 2 de diciembre de 2013

Acabo de escribir un poema...

Ese momento en la vida en que has llegado a la autorealización y llegas a la conclusión de que la sociedad no encaja contigo.

Hace un año era feliz y me sentía el chico más afortunado del mundo porque yo amaba y en verdad amaba. Te tenía a ti, en otras palabras, lo tenía todo. Sin embargo, a pesar de TODO, no me convenía y lo siento tanto...

Eso de que hay muchos peces en el río es verdad, pero vale paloma.

Señores, cinco años. Cinco años pasaron hasta que DE CASUALIDAD, sin que yo me lo imaginara, me encontré a la dulzura en persona. No fue planeado. No fue premeditado. Fue al azar. La pregunta del millón es, ¿cuántos años tendrán que pasar para que la buena fortuna haga del cielo una rosa caer... para mi, otra vez?

Así como el forestal nocturno fue testigo de mi corazón enamorado y la flor de la canela limeña que me recuerda al pastelero de un segundo enamoramiento cinco años después y estas manos que escriben lo que ahora la tristeza que mi pecho emana por ese vacío que tengo ahora.

Asimismo este micropoema expresa el deseo que se convierte en versos solamente cuando me siento solo y no estoy enamorado.

Pero cuando lo estoy, la estrofa termina y comienza la demostración que este poeta convertido en novio, tiene en su corazón.


Autor: Yo