Obviamente me gusta colocar en mi blog información que encuentro sobre temas que me parecen de gran interés. He aquí uno más.
El etnocentrismo religioso, el conservadurismo social y el fundamentalismo propiciarían las actitudes racistas, según los científicos.
Las principales religiones del mundo coinciden en predicar la tolerancia racial. Sin embargo, a nivel individual, las personas religiosas son más racistas que las no religiosas, al menos en Estados Unidos. Tres estudios recientes han buscado una explicación para esta contradicción, constatando que podría tener su origen en diversos factores, como el etnocentrismo característico de las religiones, el deseo de conservadurismo social, y el fundamentalismo religioso. Por Yaiza Martínez.
Fuente: Everystockphoto.
Las personas religiosas son, en general, más racistas que las no religiosas, al menos en Estados Unidos, publica la revista Epiphenom.
Este hecho resulta sorprendente, si se tiene en consideración que las religiones más importantes del mundo son unánimes en la predicación de la tolerancia racial.
Por eso, el fenómeno del racismo entre los religiosos nunca se ha comprendido bien. Recientemente, tres investigaciones distintas han sido realizadas para tratar de entender el origen de esta contradicción.
La primera de ellas fue desarrollada por el psicólogo Wade Rowatt y sus colaboradores de la Baylor University de Texas, en Estados Unidos.
Mensajes subliminales
Según explican los investigadores en un artículo aparecido en Social Psychological and Personality Science, el estudio consistió en que a un grupo de estudiantes universitarios se le encargó una tarea que albergaba ciertas claves religiosas (mensajes subliminales con palabras religiosas o, por el contrario, neutras).
Después de la realización de estas tareas, fueron evaluados los prejuicios por estereotipos raciales y los afectos negativos generales hacia los afroamericanos de los estudiantes.
Así, se constató que aquellos estudiantes a los que se les habían presentado mensajes subliminales cristianos mostraban más prejuicios raciales y sentimientos negativos hacia los afroamericanos que el resto de los participantes. Estos efectos fueron medidos a partir de un control estadístico previo, acerca de los niveles de religiosidad y espiritualidad de cada uno de los participantes.
Los investigadores afirman que estos resultados demuestran que los pensamientos religiosos conducen a actitudes racistas. Una explicación obvia para este hecho sería que la religión tiende a aumentar nuestra benevolencia hacia las personas con las que la compartimos, y que aumenta la hostilidad hacia los que “quedan fuera” de nuestras creencias.
Sin embargo, en Estados Unidos, la mayoría de los blancos y de los afroamericanos son por igual cristianos protestantes, por lo que la diferencia religiosa no valdría en este caso para justificar las actitudes racistas.
Conservadurismo social
Por otra parte, si se tiene en cuenta que el estudio de Rowatt y sus colaboradores estuvo centrado en una universidad cristiana de Texas (la Baylor College), región en la que se sabe que existe una fuerte tradición de segregación racial, ¿sería posible que el incremento del racismo se produjera porque los mensajes religiosos propician cierto conservadurismo social?
Esta hipótesis parece coincidir con los resultados de una segunda investigación, en este caso un análisis de estudios realizados en décadas anteriores para tratar de buscar en ellos la relación entre diferentes aspectos de la religiosidad y el racismo.
Dicha revisión fue llevada a cabo por la especialista en psicología y neurociencia de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, Deborah Hall y sus colaboradores.
Los resultados, que han aparecido publicados en la revista Personality and Social Psichology Review, señalan que las religiones se han practicado durante mucho tiempo dentro de grupos raciales independientes entre sí, y que, por tanto, pueden promover un etnocentrismo general.
Por otro lado, el aspecto de la religión que más ligado está al racismo es el hecho de que las actitudes religiosas se generan por el deseo de conformidad social y de estatus social.
Fundamentalismo y racismo
Asimismo, estos investigadores también constataron que existe una fuerte relación entre el fundamentalismo religioso y el racismo, dado que los fundamentalistas tienden más a valorar la obediencia a la autoridad, la hostilidad hacia los extraños y los convencionalismos.
La tercera investigación de la que hablamos se centró precisamente en este tema: el fundamentalismo y su relación con la religión, y fue llevada a cabo por Laura Barnes, de la Oklahoma State University, de Estados Unidos.
Los resultados obtenidos en este estudio, en el que participaron 227 estudiantes, han aparecido publicados en el International Journal for the Psychology of Religion.
Utilizando una técnica estadística, los investigadores consiguieron establecer que tres creencias clave sobre cómo funciona el mundo influyen en la relación entre el fundamentalismo y el autoritarismo: el conocimiento certero (la idea de que existen verdades absolutas), el conocimiento simple (la idea de que el mundo no es complejo) y la autoridad omnisciente (la idea de que la autoridad debe ser siempre acatada).
Los científicos señalan que, por tanto, las creencias fundamentalistas conducirían a la propensión al autoritarismo y, como consecuencia, también hacia el racismo.